miércoles, 20 de julio de 2016

Problemas de la Política en Latinoamérica (II). Bolivia y la democracia instintiva.



Problemas de la Política en Latinoamérica (II).
Bolivia y la democracia instintiva.

Existen ciertos elementos de las sociedades latinoamericanas a las que nos podemos referir de distintas maneras, por un lado están las “mitomanías[1]” y por el otro esta lo que el músico y compositor boliviano conocido como el “El Papirri[2]” denomina como la “metafísica popular[3]”.

Ambas ideas se refieren a lo mismo, la sabiduría popular que en la mayoría de los casos suele ser la más influyente el momento de actuar o en la toma de decisiones, muchos piensan que solo están abocados a las interacciones sociales básicas, pero si hacemos un análisis crítico resulta evidente que es dicha sabiduría la que dirige nuestros destinos.

Entre todas las formulas abstractas que hoy por hoy son parte de todas las sociedades latinoamericanas y en el caso particular de Bolivia, resulta alarmante que la mayoría de estas ideas trasmitidas por una suerte de código genético societal están directa o indirectamente relacionadas al acontecer político.

Esto genera muchos problemas, ya que en la mayoría de los casos dicha sabiduría está ligada a regionalismos, visiones maniqueístas e incluso posiciones antiquísimas que suelen tener aspectos raciales o discriminatorios.

Considero que la más problemática es la que afirma que “no se necesita estudiar para gobernar”, que genera un perdida de relación entre el conocimiento y la política, dejándola a la merced de todo un conjunto de improvisados que en muchos casos suelen enorgullecerse de su falta de educación académica e incluso llegan a afirmar que la experiencia vale más que la preparación.

Esto crea una suerte de “democracia instintiva[4]”, donde la idea de democracia está sujeta a lo que cada quien crea de ella, lo que bien puede hacerla más eficiente o menos eficiente dependiendo de quién esté en el gobierno de turno.

Una democracia de dicha naturaleza corre el riesgo de incentivar la división entre los diferentes sectores de la sociedad, pero más allá de ello puede que con el paso del tiempo las diferencias generadas lleguen a ser irreconciliables, lo que despoja a la democracia de su naturaleza, ya que no existe el espacio de dialogo por lo que no es posible el disentimiento en esta especie de guerra santa entre los “buenos” y los “malos”, los “patriotas” y los “antipatriotas”, entre “el pueblo” y “el pueblo”.

Otro de los errores de la “democracia instintiva” es que suele estar construida en base a las deliberaciones internas del gobernante, los líderes políticos y los caudillos, más allá de lo que la democracia es por definición, un sistema de gobierno, pasa a ser lo que erróneamente muchos definen como un “estilo de vida”.

Los estilos de vida varían de persona a persona, si asociamos la democracia con esta idea lo que producimos es una multiplicidad de ideas que suelen ser irreconciliables, cuando lo que cualquier sociedad necesita es tener una idea en común respecto de su sistema de gobierno para que de esta manera la participación en la vida pública sea lo más sencilla posible.

Finalmente, entre toda la gama de dificultades que genera la “democracia instintiva” me aventuro a afirmar que el principal problema es la saturación del sistema de gobierno, es decir que al estar sujeta a las arbitrariedades corporativas de los partidos políticos o personales por parte de los caudillos, se sobrecarga de demandas y exigencias parcializadas al gobierno de turno, que suele ceder ante aquellos que representen algún tipo de beneficio y no así para los proyectos o necesidades de la sociedad.

La desvinculación entre el conocimiento y la política es sin duda un gran problema para la vida pública, aquella visión heredada por la “doctrina del miedo[5]”, en la que se ve con desconfianza a aquellos que tienen mayor preparación al considerar que desconocen el sentir del “espíritu del pueblo”[6].       


[1] Alejandro Grimson utiliza este término para referirse a los mitos que son parte de la sociedad argentina, su intención es estudiar que tan ciertos son por medio de una rigurosa introspección de las relaciones sociales y la manera de pensar o actuar de las personas.      
[2] Manuel Monroy Chazarreta, cantautor y guitarrista boliviano.
[3] Razonamientos populares que expresan los sentimientos, saberes y experiencias del conjunto de la sociedad paceña (La Paz – Bolivia).  
[4] Aquella democracia que es producto de los pálpitos o corazonadas de las personas, no está ligada al razonamiento como fue ideada sino que responde a las arbitrariedades de aquellos que ostentan el poder público así como a las parcialidades de los diferentes elementos de la sociedad.  
[5] Por medio de imágenes, representaciones icónicas o literarias se busca generar temor entre las personas respecto de determinadas ideas, personajes e incluso países, esto para mantener a la sociedad en una situación conveniente para los que ostentan el poder.
[6] La escuela materialistas histórica sostiene que uno de los principales elementos que dificultan todas las labores relacionadas con la sociedad es el llamado espíritu del pueblo, que es producto de su desarrollo histórico, objetivos y aspiraciones como un conglomerado social.

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