jueves, 26 de julio de 2018

¿Nazis bolivianos?; Bolivia y La Indeterminación Doctrinaria 2.0.


Durante el mes de mayo del presente año publique un artículo intitulado “Bolivia y la Sopita de fideo; La Indeterminación Doctrinaria”, en el que procure describir aquellos aspectos por los que la sociedad boliviana jamás ha llegado a cumplir a cabalidad los requisitos para ser considerada, en ningún momento de nuestra historia, como seguidores cabales de alguna de las escuelas de pensamiento en el mundo.

Considero que es necesario volver a tratar el tema ya que en los últimos días recibí noticias sobre la existencia de un grupo de Nazis, veganos y bolivianos, que no conforme con los confuso de su auto denominación aseguran tener una incomprensible amistad con los palestinos, además de asegurar que son contactados por extraterrestres el primer jueves de cada mes y debido a esto han sido “iluminados” con el conocimiento de la meta política, que según su líder Pablo Adolfo Santa Cruz de la Vega, es una especie de conformación mística entre lo humano y lo marciano (o extraterrestre).

Este grupo es tan confuso y al mismo tiempo divertido de conocer, que no se si lamentar compartir a La Paz como ciudad de origen con su “Inga” (el título autoimpuesto de su líder) o si debería apresurarme en asistir a alguno de sus mítines para conocer a tan extravagante grupo mientras devoro una hamburguesa en su compañía.

Existen muchas razones por las que este grupo es el ejemplo supremo de la indeterminación doctrinaria en Bolivia, en primer lugar el hecho de ser bolivianos impide la posibilidad de ser nazi desde cualquier punto de vista, en segundo lugar el término “ario” existe para referirse a los proto-indo-europeos y no así a un estado psicológico como afirma el “Inga”, una tercera razón es que el asegurar que son visitados por extraterrestres cada primer jueves de mes solo denota los ya conocidos problemas mentales de los totalitarios en sentido de fundamentar sus posturas ideológicas.

Si nos referimos a lo místico este movimiento también tiene serios problemas de indeterminación, esto debido a que el líder nazi vegano boliviano (es muy divertido escribir todo eso junto) afirmar que fue transmutado (cambiado) por la sabiduría hiperbórea que le fue conferida el año 2005. Para aquellos que desconocen el término hiperbóreo es necesario comprender que este era el nombre de la región de tierras septentrionales al norte de Tracia, según la mitología griega, misma que fue habitada por Bóreas, el Dios griego del viento, y sus hijos fueron los hiperbóreos quienes tenían la reputación de ser inmortales. Los arios alemanes nazis (los que si eran arios) aseguraban que su raza devenía de los hiperbóreos, lo que justificaba su creencia telúrica de ser descendientes directos de los dioses, aunque no por eso dejaban de ir a misa todos los domingos como buenos católicos que fueron.

Si los nazis veganos bolivianos afirman estar emparentados con la sabiduría hiperbórea, no pueden justificar su meta política con los extraterrestres que los visitan cada jueves primero de mes, en todo caso deberían justificarla con la visita de Bóreas o de Friedrich Nietzsche (quien afirmaba ser hiperbóreo). Por lo que este grupo no solo es indeterminado en sentido doctrinario sino que también han traspasado la barrera de la indeterminación mística, ya que no ha establecido si su misticismo deviene de E.T. o del Olimpo Griego.
Este Dantesco movimiento boliviano también tiene la “virtud” de haberse enemistado con todos los grupos étnicos, raciales y gastronómicos que son contrarios a sus principios, ya que afirman estar enfilados a una irremediable “batalla final” en contra de todos los judíos, comunistas y omnívoros del mundo.

Independientemente de lo divertido que es este movimiento nazi boliviano meta político veganista y místico, es preocupante saber que algo tan absurdo ha cruzado fronteras y ha sido replicado en otros países de Latinoamérica, ya que por cosas como esta bien podría venir a nosotros la tercer guerra mundial.    

Christian Andres Gonzales Calla.
Politólogo.


miércoles, 11 de julio de 2018

El Aborto; Los Problemas De Una Discusión Esencialista.


El aborto es un tema muy difícil de tratar, por una parte existe una gran carga doctrinaria en sentido del derecho como teoría y del cambio que implicaría en caso de que esta figura jurídica se incluyera en la legislación boliviana. Por otro lado, existe una serie de posturas muy variadas que van desde lo dogmático religioso hasta las posturas postmodernas como el feminismo en sus diferentes versiones. 

Sin embargo existe una característica similar entre estos extremos aparentemente irreconciliables, cada uno a su manera considera que tiene la palabra final sobre este problema. Por lo tanto desde el punto de vista filosófico estamos hablando de una discusión esencialista, caracterizada por argumentos aparentemente indiscutibles y que tienen que ser aceptados por los demás independientemente de que estén de acuerdo con ellos o no.

Las redes sociales actualmente se encuentran plagadas de imágenes y textos que llegan de ambos extremos, los autos determinados próvida y los simpatizantes del aborto, ambos grupos exponiendo su postura en sentido de ridiculizar al otro, al mismo tiempo siendo incapaces de aceptar críticas.

Aquellos que están en contra esgrimen argumentos moralistas combinados con posturas religiosas que en la mayoría de sus casos resultan anacrónicas, mientras que los que están a favor combinan posturas aparentemente racionales con supuestas investigaciones científicas en sentidos de cuestionar desde qué momento se considera al cigoto una persona.

Sin embargo y aunque ambos grupos les moleste lo que voy a mencionar, existe una raíz común entre todos estos colectivos e incluso en las personas independientes de la sociedad civil. Al igual que para muchos temas la gran mayoría considera que la solución tiene que venir del Estado, los partidarios del aborto afirman que el estado debe garantizar el procedimiento para que sea legal, seguro y gratuito, mientras que los detractores del aborto aseguran que el estado tiene que garantizar la protección de la vida en todas sus formas.

Ambos grupos manejan posturas irracionales en sentido de que no están dispuestos a debatir y que lo único que les interesa es salirse con su gusto. Por un lado los pro vidas únicamente se interesan en el nacimiento de todos los niños pero no así en la manera en que viven, mientras que los pro aborto al parecido ignoran el fracaso de la educación sexual en Bolivia, por lo que legalizar el aborto de la manera en que ellos desean desataría una ola de embarazos no deseados en combinación a enfermedades de transmisión sexual.

Al igual que en un litigio por tener la patria potestad sobre los hijos, ninguno de estos colectivos toma en cuenta la precaria situación en la que muchos bolivianos viven, que en combinación a la promiscuidad de la juventud y la pésima educación impartida por el profesorado, produce nuevas generaciones que a la par de no desear responsabilizarse por sus actos esperan que el Estado resuelva todos sus problemas.  

Todo esto sin dudas es parte del modelo de Estado asistencialista que hemos heredado de la revolución del 52, en el que no deseamos rendir cuentas de nuestras acciones pero al mismo tiempo procuramos el amparo de las instituciones públicas para todo tipo de actividades o situaciones por las que no debería desangrarse al erario público con más gastos insulsos.

Personalmente consideró que el aborto debe ser tratado como un tema científico y no así como un vertedero de las frustraciones tanto de sus detractores como de sus partidarios. Es muy importante que se dé un trato legal del tema al mismo tiempo que sea un procedimiento seguro para quienes opten por el mismo, pero al mismo tiempo aquellos que no estén de acuerdo no tienen por qué pagar con sus aportes el mismo.

En resumen, el aborto debe contar con la legalidad y seguridad necesarias en caso de que sea implementado en la legislación boliviana como un derecho de las madres gestantes, pero que cada quien pague por este derecho.

Christian Andres Gonzales Calla.
Politólogo.


Libros Envenenados; Eco Debe Estar Riéndose en su Tumba.


¿Alguna vez ha leído libros envenenados? Claro que no, que pregunta tan estúpida. Supongo que esta sería la reacción común ante tal pregunta, sin embargo, es posible que los estudiantes de la Universidad de Southern Denmark, en Esbjerg, Dinamarca, tengan una postura diferente. Hace algunos días dos profesores de dicha universidad encontraron tres raros tomos en latín de los siglos XVI y XVII, que en el intento de identificar sus títulos e iniciar su digitalización descubrieron que sus cubiertas habían sido pintadas con un pigmento de color verde cuya composición principal es arsénico, uno de los venenos más poderosos conocidos por la humanidad.

Todo esto reavivo el viejo libro del finado autor Umberto Eco “El Nombre de la Rosa”, que describe las calamidades causadas por el libro mortal de Aristóteles, que se ganó tal apelativo después de haber sido envenenado por un monje benedictino con un pigmento grueso de arsénico, para asesinar a cualquier otro monje que se atreviera a leerlo.
¿Por qué alguien envenenaría un libro? Según “El Nombre de la Rosa”, la finalidad del envenenamiento era alejar a los hombres de las “debilidades” que este podía producir en aquellos que se consagran al estudio. Por lo tanto, aparentemente esta imbuido en un espíritu de protección y benevolencia, pues el objeto es proteger a los demás monjes del contenido peligroso de uno o más libros.

Se requiere de un nivel de ingenuidad irrisorio para creer en tal argumento, independientemente de que la actividad de envenenar libros no sea practicada en la actualidad es necesario reconocer que su espíritu ha perdurado en el tiempo. El objeto de envenenar un libro es restringir el acceso a su contenido o en otras palabras prohibirlo, siendo reticente de quienes realizan dichas prohibiciones el no aceptar el simple deseo de censurar aquello que no es del agrado de sus colectivos sociales.

Existen diferentes métodos alternos al envenenamiento de libros, uno de los más conocidos es quemarlos, también la simple censura e incluso la prohibición del tiraje de copias de los mismos. La imaginación es activa en la mente de aquellos que buscan eliminar la existencia de aquellas cosas con las que no pueden vivir o aceptar que otros disfruten la lectura de dichas obras.

¿Qué más da hablar de esto, si vivimos en la era de la tolerancia y la aceptación de las diferencias verdad? Pues lamento quebrar el imaginario mental de las nuevas generaciones, la realidad en que vivimos nos muestra una sociedad exageradamente sensible, en la que los colectivos de diferentes índoles desean eliminar todo aquello que los enfurece, y como no podía ser de otra forma los libros también son parte de sus enemigos mortales.

En Bolivia son miles los que exigen que autores como Alcides Arguedas dejen de ser leídos alegando un contenido racista en sus obras, cuando lo que realmente les enfurece es como señalo los vicios de la sociedad boliviana con brutalidad y firmeza, acusando los altos niveles de consumo del alcohol y el evidente adormecimiento intelectual producido por nuestras amadas prácticas culturales.

Uno de los medios más sencillos para restringir el acceso a la información es el internet, ya que por medio de esta herramienta se puede prohibir la descargar de libros e incluso el buscar ciertas palabras en los diferentes motores de búsqueda que existen. Todo aquel que busca regular de manera estricta la información siempre dirá que busca proteger a la sociedad, pero la realidad es que únicamente buscan evitar aquello a lo que Marx le tenía tanto miedo, el flujo rápido y sencillo del conocimiento.

En su momento muchos críticos literarios afirmaron que Eco tenia demasiado suelta la imaginación al escribir sobre libros envenenados, años después los hechos le dan la razón y hace pensar que hay que leer sus libros en búsqueda de pistas de otras cosas en la que también podría haber acertado, de momento sé que él está en el séptimo círculo del infierno riéndose a carcajadas de todos nosotros.

Christian Andres Gonzales Calla.
Politólogo.



Farra De Poder.

La situación en Bolivia ha llegando a ser insostenible en sentido político y social, dos extremos de posturas aparentemente irreconcilia...